(112:1-4)
Cuando conocía a Allah como Jehová no sabía explicar el concepto de la Trinidad.
Yo decía a mis hijas: Para ustedes soy su papá; para su mamá soy su esposo y
para mi madre su hijo. ¿Soy acaso tres?
Esta analogía era la más pobre y sincera
que se me ocurría. Entonces no conocía la naturaleza de Dios ni las razones que
sustentaban esa creencia. Solo me esforzaba por explicar algo que a fin de
cuentas se forjó en el catolicismo romano durante el siglo IV
Aun los que estudian el pensamiento
correcto y verdadero coinciden en que las propiedades de la verdad son Unidad, Indivisibilidad, inmutabilidad y
objetividad.
No puede haber dos postulados que se
contrapunteen en una sola verdad. Las cosas son o no son. El principio del
tercer excluso, no deja lugar a dudas.
No se puede decir; Creemos en un solo
Dios el cual es Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Para muchos parece lógico y hasta inocente
pero caeríamos en el mismo concepto que cuestionamos de los que creen en Brahma
Shiva y Vishnu; de Osiris, Isisi y Horus, entre otros.
Fue entre el Concilio de Nicea (325
d.J.) y el Concilio de Calcedonia (451 d.J.) donde se forja un concepto de
divinidad acorde al pensamiento y las necesidades de la Iglesia floreciente. Un
término que jamás se encontrará en la escritura hebrea ni en boca de Jesús.
Dicen los rabinos – En toda la historia de Israel, Dios ha traído
consecuencias severas para quienes en un espacio del tiempo han tergiversado la
fe y han asociado a Dios con otras ideas de divinidad. ¿Acaso habrá de pasar
por alto el error de los cristianos? –
Los musulmanes tenemos un trabajo muy
arduo por delante. No perdamos el tiempo en cosas que ni nos benefician ni nos
aprovechan.
La fe debe traer no simples
conversiones sino un auténtico “din” que sea notorio desde nuestro mismo
circulo de influencia hasta el mundo entero.
Palabra y acciones en perfecta
armonía. Solo así se dejaría de imponer la fe con argumentos teológicos y
debates infructuosos. Las naciones requieren de creyentes que ocasionen un cambio
social no cifras de conversiones ni triunfos apologéticos que a nadie
benefician.
"Conságrate al monoteísmo; porque es la naturaleza de Dios sobre la
cual creo el hombre. La creación de Dios es inmutable: esta es la verdadera religión, pero su mayoría lo ignora." (Coran 30:30)
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