De Allah son el oriente y el occidente; donde quiera que os volváis, allí (encontraréis) la faz de Allah. Es cierto que Allah lo abarca todo y no hay nada que escape a su conocimiento.
(2:115)
¡Genios y hombres juntos! Si podéis saliros de los confines del cielo y de la tierra, hacedlo…pero no tendréis salida sino es con un poder. (55.339)
Hace unos días vi un video donde el renombrado Dr. Michio Kaku decía algo así: “Gracias a las ecuaciones matemáticas hemos rastreado el origen del universo y nos hemos remontado hasta unos pocos millones de años cerca de donde todo empezó. Justo antes de alcanzar este punto, el comportamiento de los resultados cambió; como si algo no lo permitiera”.
Al oír esta declaración me acordé del famoso Dr. Quantum, muy popular por sus simpáticos videos en el Youtube. Él nos describe el experimento de la doble ranura.
Sucede que las partículas atómicas, cuando son lanzadas a un objetivo a través de dos ranuras, pasan de una forma ordenada, cada una por su ranura y plasmando en el objetivo una estela que refleja las dos ranuras por donde pasaron, algo así como usar un papel para calcar sobre la pared. Luego, mandaron ondas y estas, al pasar por las dos ranuras, se entremezclaron y dejaron en el objetivo una estela múltiple como si hubieran pasado por varias ranuras. Los físicos dijeron, claro, son ondas y las primeras eran partículas. A esto se le llama superposición múltiple. Ok; luego mandaron fotones de luz, es decir, partículas diminutas que pasaron por ambas rejillas. Las dispararon una por una y al igual como las ondas, se entremezclaron al pasar por la doble ranura dejando en el objetivo una estela de múltiples ranuras. Los científicos se impresionaron pues la luz está compuesta por partículas, no por ondas, su comportamiento al pasar por las dos ranuras debió dejar una estela de dos pero dejó una estela múltiple. Lo más sorprendente es que matemáticamente, pasaron por las dos rejillas y por ninguna a la vez; pasaron por una y por la otra también, haciendo una superposición de múltiples posibilidades.
- Muy bien - dijeron - vamos a observar qué pasó y cómo es que se diversificaron si no son ondas– Pusieron un dispositivo para observar cómo es que se parten. Dispararon las partículas de nuevo pero ahora sí, bajo la estricta norma de supervisión, nada se les escaparía y ¡¡¡oh sorpresa!!!. La estela en el objetivo esta vez no reflejó una multiplicidad de marcas si solamente dos. El mismo experimento arrojó dos resultados diferentes.
Ya lo dijo Dr. Michio Kaku y otros científicos: “Es como si algo o alguien controlara el comportamiento del universo y no nos permitiera ir más allá”.
A este fenómeno se le ha llamado curiosamente “Principio de la Incertidumbre” y está clasificado en el terreno de la Mecánica Cuántica. Por muy fantástico que parezca, existe y tan es así que la moderna tecnología de la que disponemos a diario, lo usa. Esa es una razón por la que tú y otras personas en el mundo, pueden estar leyendo este texto a la vez.
El asunto no para ahí. Así como el principio de “todo ser viviente, nace, crece, se reproduce y muere”, el principio de la superposición múltiple ha hecho deducir a muchos pensadores que la infinidad de posibilidades de que algo bueno o malo suceda está ahí, pero eres tú quien puede decidir si elijes el bien o elijes el mal. Solo donde tu voluntad no puede controlar los fenómenos de la vida, está la disposición y soberanía absoluta del Creador. Él conoce todas las cosas, el fija los límites del tiempo en el hombre y nada se escapa a su voluntad.
Yo no soy físico ni estudiante de esta materia. No tengo autoridad para asegurar que esta ley se escapa del submundo atómico y se refleja en el comportamiento de las personas.
Lo que sí puedo decir, es que los resultados de esta investigación me proporcionan una alegoría para la comprensión de los atributos divinos.
Ahora no me es tan difícil pensar en su omnipresencia pues la naturaleza misma da signos de ello. Es como apreciar en los fenómenos de la física una diminuta probadita de sus increíbles misterios. No obstante mi responsabilidad no es conocer más allá de lo que se me permite. El propósito de mi existencia es servirle a Él y proclamar su nombre entre los hombres.
Di: "Yo no dispongo de nada que pueda aprovecharme o dañarme sino tanto cuanto Alá quiera. Si yo conociera lo oculto, abundaría en bienes y no me alcanzaría el mal. Pero no soy sino un monitor, un nuncio de buenas nuevas para gente que cree". (7:188)
"Ellos solamente abarcan de su conocimiento lo que El desea (que sepan)" (2:255)
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Experimento de la doble ranura:
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